Menos tendencia, más precisión: así crece Uniqlo
- Maria Rodriguez Vazquez
- 23 jul
- 2 Min. de lectura
No hace desfiles estrambóticos, no tiene influencers bailando en TikTok, no saca drops limitados ni busca estar “a la moda”. Sin embargo, Uniqlo es una de las marcas más exitosas del mundo. ¿Cómo hace una marca silenciosa, minimalista y sin pretensiones para venderle a millones sin decir mucho?
Básicos que no aburren
Uniqlo no vende tendencias. Vende básicos que te sirven siempre. Remeras lisas, camperas térmicas, camisas sin marcas visibles, sweaters suaves. Todo lo que podría sonar aburrido, pero cuando lo usas entendés que está bien pensado. Su lema no es casual: “LifeWear”. La ropa no para mostrar, sino para usar.
Y eso es lo que les permite crecer de forma estable: no dependen de si algo está de moda, sino de si funciona en la vida real.
Colaboraciones con sentido
No hacen collabs por visibilidad. Las hacen para sumar valor. Por eso trabajan con nombres como Jil Sander, JW Anderson, Mame Kurogouchi o Marni. Diseñadores con visión clara, que aportan algo a la prenda sin perder lo esencial de Uniqlo: que sea accesible, durable y ponible.
No importa si sabes quién es Jil Sander. Vas a usar ese abrigo igual, porque te queda bien, es cómodo y no tenés que pensar cómo combinarlo.
Estrategia sin gritos
En un ecosistema donde todo el mundo busca ser viral, Uniqlo apuesta por la calma. Sus campañas son simples. Sus redes sociales no están sobre producidas. No hay discursos aspiracionales ni promesas vacías. Hay claridad, coherencia y foco en el producto.
Y eso, hoy, también es una forma de diferenciarse.
Tecnología + diseño = funcionalidad real
El diferencial no está en lo visual. Está en lo técnico. Telas que abrigan pero no abultan. Camperas que se doblan y guardan en una bolsita. Remeras con protección UV. Pantalones que no se arrugan. Todo eso está pensado para que te acompañe en la vida real. Y eso crea fidelidad.
Porque cuando algo funciona de verdad, volvés a buscarlo. Y ahí es cuando Uniqlo gana.
Uniqlo no quiere ser cool. Quiere ser útil.
No busca que muestres su marca. No quiere que sientas que la necesitas para pertenecer. Quiere que te olvides de que la tenés puesta. Y eso, en un mundo saturado de branding, puede ser más poderoso que cualquier logo.
Uniqlo entendió que no todo se trata de estilo. A veces se trata de estar cómodo, de tener algo que dure, de vestirte sin complicarte. Y cuando la vida se acelera, eso es un valor real.
Desde Faier: lo que aprendemos de Uniqlo
Uniqlo construyó una marca global sin depender de campañas ruidosas, sin decirte qué tenés que ser, sin imponer estilos. Lo hizo entendiendo algo simple y difícil a la vez: no hace falta innovar todo el tiempo si haces las cosas bien desde el principio.
Y eso, en una industria donde todo es cambio y ruido, es una forma de resistencia. Pero también, de éxito.
María Rodríguez Vázquez
FAIER Digital Agency.
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