El golpe emocional de Moncler: dos íconos, una historia y una lección de marketing
- Maria Rodriguez Vazquez
- hace 6 días
- 2 Min. de lectura
La nueva campaña de otoño de Moncler logró algo que muchas marcas perdieron en el camino: emocionar sin exagerar.
En lugar de centrarse en el producto o en la espectacularidad visual, la marca italiana eligió hablar de algo mucho más universal: la amistad y la conexión humana.
“Warmer Together”: simple, directa y emocional
Conocida por sus camperas de invierno, Moncler reinterpretó el concepto de “calor” desde un lugar más simbólico. Su campaña “Warmer Together” tiene como protagonistas a Robert De Niro y Al Pacino, dos amigos de toda la vida y leyendas del cine. En las fotos —en blanco y negro, sin artificios— se los ve compartiendo momentos juntos, charlando o simplemente sentados lado a lado. El mensaje es claro: el verdadero calor no viene del abrigo, sino de los vínculos.
Un éxito que se explica solo
A nivel visual, la campaña es minimalista. No hay grandes producciones ni recursos técnicos llamativos. Pero ese enfoque simple logró un impacto enorme: más de 289 mil likes en Instagram y un valor mediático estimado en 4,2 millones de dólares en apenas dos días, según datos de Launchmetrics. El público la recibió con entusiasmo genuino. En los comentarios, se repite una idea: Moncler logró emocionar sin necesidad de forzar nada.
Volver a lo humano
En una industria acostumbrada a buscar atención a través del exceso o la provocación, Moncler encontró un camino distinto. Mostró que se puede conectar con el público desde un lugar más cálido, real y positivo. Su mensaje funcionó porque todos pueden relacionarse con él. En un contexto global donde la comunicación muchas veces se siente fría o repetitiva, una historia sobre la amistad y la alegría cotidiana resulta refrescante.
Un cambio de enfoque en la comunicación
Otras marcas también están moviéndose hacia este tipo de narrativa. Bottega Veneta, por ejemplo, apostó a una campaña centrada en la sensibilidad y el valor del trabajo artesanal, mientras que Chanel recuperó la espontaneidad y la emoción en sus desfiles recientes. La tendencia es clara: el público ya no busca impacto visual sin sentido, sino campañas que transmitan emoción y cercanía.
Desde Faier: cuando la emoción vuelve a ser estrategia
El caso de Moncler demuestra que la creatividad no está en hacer más ruido, sino en conectar de forma más honesta. El marketing de moda no tiene que elegir entre performance y emoción: puede tener ambas si el mensaje es coherente con los valores de la marca. Las campañas que logran quedarse en la memoria no son las más complejas ni las más virales, sino las que hacen sentir algo real. Y eso, en un momento donde todo parece calculado al milímetro, es justamente lo que más se necesita.
Y aprovechamos desde Faier para honrar también la amistad de estos grandes iconos del cine.
María Rodríguez Vázquez
FAIER Digital Agency.
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