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Burberry hoy: cuando volver al origen sirve para tomar impulso

  • Maria Rodriguez Vazquez
  • hace 12 minutos
  • 2 Min. de lectura

Burberry está cambiando. Y no solo en los desfiles.

La marca británica, históricamente ligada al trench coat, al caballo y al lujo clásico, está buscando una nueva forma de contar quién es. Ya no se trata de lujo aspiracional: el foco está en volver a lo propio, lo local, lo cultural.

Y lo está haciendo desde su contenido digital, con un tono más crudo, emocional y cotidiano.



El giro: menos lujo aspiracional, más cultura local

En los últimos meses, el feed de Instagram y TikTok de Burberry cambió por completo. Menos campaña producida, más fragmentos de vida británica real. Desde un video mudo de 9 minutos con Cole Palmer, jugador del Chelsea, hasta una abuela en la playa que se volvió viral con más de 8 millones de vistas. Sin música, sin montaje, sin sobre explicar nada.


Ser británica no como estética aspiracional, sino como identidad cotidiana. Hay escenas de fútbol, mascotas, slang, clima gris, tazas de té. Y el contenido no busca impresionar: busca representar.


En Asia, especialmente en Corea y Tailandia, sus embajadores generan gran parte del engagement, demostrando que esta narrativa también conecta por fuera del Reino Unido.


El foco está en mostrar productos icónicos como el pañuelo o la campera, pero sin bajadas comerciales. Se presentan como parte de una identidad cultural, no como objetos de lujo. 



La campaña del festival: barro, nostalgia y casting repetido

La última campaña fue filmada en un festival de música, entre carpas, botas embarradas y camperas. Hay elementos que funcionan muy bien: nostalgia visual, conexión con recuerdos reales, estética más cercana a Glastonbury que a un shooting de moda.


Pero también hay un punto flojo: el casting ya empieza a sentirse predecible. Los mismos rostros, la misma actitud cool-relajada de siempre. Funciona, pero está al borde de volverse repetitivo. 



¿Qué busca Burberry con esto?

Volver a conectar. Después de cerrar el último año con una pérdida operativa de 3 millones de libras, la marca necesitaba un volantazo. Ya no se posiciona como una marca de lujo tradicional. Hoy apuesta por una narrativa más cercana, cultural y emocional. 


Esto también tiene un objetivo comercial claro: recuperar relevancia y sostener ventas en un contexto de caída generalizada del consumo en lujo. Y la estrategia por ahora está funcionando. Con 20 millones de seguidores en Instagram y más de 5 millones en TikTok, Burberry logró generar conversación orgánica sin campañas agresivas.


Desde Faier: volver a las raíces no es retroceder

Burberry venía de un momento complicado, con pérdidas fuertes y una identidad que no terminaba de cerrar. Y cuando pasa eso, a veces la solución no está en innovar más, sino en parar, mirar para atrás y volver al punto de partida.


La marca recuperó elementos como el barro, el fútbol, el clima británico, el pañuelo, el trench. Esperamos que no sea para quedarse ahí, porque puede volverse repetitivo, sino para recordar desde dónde construir algo nuevo.


Desde Faier, lo leemos así: cuando no sabes para dónde seguir, volver al punto de partida puede ser el paso más lúcido.


María Rodríguez Vázquez

FAIER Digital Agency.


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