¿Por qué todo el mundo habla del matcha?
- Maria Rodriguez Vazquez
- hace 11 minutos
- 2 Min. de lectura
Hace unos años, nadie sabía cómo se pronunciaba. Hoy, el matcha está en todos lados: en cafeterías cool, rutinas de skincare, remeras de merch y reels tipo “my morning matcha ritual 💚”.
¿Qué pasó? ¿Por qué una bebida milenaria japonesa se volvió el símbolo del bienestar moderno?
El matcha no es nuevo, pero ahora está en todos lados
El matcha viene de Japón y tiene siglos de historia. Se usaba en ceremonias tradicionales como símbolo de calma, foco y conexión. Se prepara a partir de hojas de té verde molidas, y no se infusiona como otros tés: se bate y se toma entero. Esa técnica, ese color y esa energía siempre estuvieron. Pero hoy, se convirtieron en algo mucho más grande.
Porque el matcha no solo llegó a las cafeterías: se metió en la cultura pop. En Buenos Aires, Nueva York o París, está en los menús de todas las cafeterías. Es ritual, estética y contenido, todo junto.
Japón está de moda, y no es casualidad
El boom del matcha no pasa aislado. En paralelo creció una fascinación global por la cultura japonesa: los omakases se multiplican, los vuelos a Tokio se agotan, los reels de “Japón en 24 horas” están por todos lados.
Las baby tees con frases en japonés, los tabis, los plushies, los snacks, el diseño de interiores: todo lo japonés se volvió sinónimo de estilo, orden y delicadeza.
Las marcas no solo lo notan, lo accionan. Escuchan lo que consumen las audiencias, lo que se busca en redes, lo que se convierte en referencia cultural. Y si hoy se consume Japón, se trae Japón.
Por eso, el matcha llegó para quedarse.
Wellness con branding
A diferencia del café, que es más funcional, el matcha se asocia con salud, claridad mental y calma. Todo en una sola taza. En redes se vende como un lujo silencioso: lo toman los que tienen tiempo para una rutina, los que eligen qué consumen, los que cuidan cómo se sienten.
Y además, es visual. El color, la textura, la espuma: todo queda bien en una foto. El matcha no solo se toma, se muestra. Es esthetic, y eso también importa.
Las marcas lo entendieron. Desde Starbucks hasta cafeterías de nicho, todas tienen su versión. Algunas incluso diseñan “momentos matcha” pensados para que sean compartibles. Porque hoy, lo que se postea, también se vende.
Desde Faier: el hype no siempre es superficial
A veces una moda dice más de lo que parece. El boom del matcha no es solo una elección de bebida, es una forma de vida. Habla del deseo de bajar un cambio, de reconectar, de hacer algo con las manos, de estar presente. En un momento donde todo es inmediato, el matcha propone otra velocidad.
Y eso, para una marca, es clave: entender que lo que consumimos hoy tiene que ver con cómo queremos sentirnos mañana.
María Rodríguez Vázquez
FAIER Digital Agency.
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