¿Por qué algunas marcas generan tanto deseo y otras pasan desapercibidas?
- Maria Rodriguez Vazquez
- 25 jun
- 3 Min. de lectura
El hype es esa sensación de que algo está por pasar y no te lo querés perder. Es expectativa, urgencia y deseo, todo junto. Lo ves cuando una marca saca algo nuevo y en minutos ya hay listas de espera, gente compartiéndolo en redes o agotado en todos lados.
No pasa porque sí. El hype se puede planear. Y aunque no hay una fórmula única, sí hay herramientas que funcionan. Acá te contamos cómo lo están haciendo hoy, las marcas que logran generar conversación, atención y ganas de estar ahí.
1. Activá el deseo: escasez, urgencia y pertenencia
Las marcas que generan hype logran que sientas que si no lo compras ahora, lo perdés.
Rhode x Krispy Kreme se agotó en minutos porque no se podía conseguir en ningún lado más. Un solo punto de venta, por poco tiempo.
Jacquemus 24/24 pop‑ups: durante Fashion Weeks instaló vending‑machines de productos exclusivos en París, Milán y Londres, operativas 24 horas solo por tres días. Ese formato disruptivo y fugaz generó gran repercusión
El truco no es solo limitar, es dar un motivo para que esa limitación tenga sentido.
2. Mostrá que algo está pasando (aunque no expliques qué)
El hype se contagia. Si ves que todo el mundo sube algo, aunque no entiendas bien de qué se trata, lo querés investigar.
Supreme nunca anticipa en redes lo que va a lanzar. Publican solo una imagen ambigua o teaser y el resto lo hace su comunidad.
Heaven by Marc Jacobs suele publicar arte o videos crípticos que no muestran producto, pero generan preguntas, teorías y conversación en redes.
El hype necesita un poco de caos, de ruido, de “¿viste eso?”.
3. No vendas el producto, vendé la emoción
Las marcas que generan hype no muestran productos como si fueran catálogos. Juegan con emociones.
Miu Miu trabajó su narrativa alrededor de la “Miu Miu Girl”, una identidad aspiracional que conecta con un estilo de vida antes que con una prenda puntual.
Loewe vende carteras con primeros planos borrosos, como si alguien las estuviera mirando desde lejos.
La gente no compra “cosas”. Compra sensaciones, pertenencia, estética, rareza.
4. Crea comunidad antes de querer viralizarte
Si nadie te sigue, nadie te comparte. El hype no aparece de la nada: necesita una base sólida que te acompañe y apoye.
Rhode, la marca de Hailey Bieber, no “lanzó” su primer gloss. Lo testeó meses antes con su comunidad, regaló muestras, hizo encuestas y fue construyendo expectativa.
Skims de Kim Kardashian usa a sus propias fans para probar productos antes del lanzamiento oficial.
La clave está en hacer que el público se sienta parte antes del boom.
5. No seas obvio: salí del “coming soon”
Decir “próximamente” ya no alcanza. Nadie se emociona con eso.
Marc Jacobs anunció una collab solo con una lapicera escribiendo en un papel. Sin logo.
Miu Miu usó historias de mujeres reales para anunciar una nueva línea, sin mostrar la ropa hasta el final.
La gente no se conecta con el mensaje obvio. Se conecta con lo que le hace sentir algo distinto.
Desde Faier: el hype no es un grito, es una conversación bien pensada
Querés que te compartan, que te busquen, que te agoten. Pero antes, necesitas construir confianza, emoción y estrategia. Las marcas que lo logran no improvisan: planean cada paso como si fuera una película que se revela escena por escena. Y lo más importante: no repiten fórmulas. Porque si algo mata el hype, es hacer siempre lo mismo.
María Rodríguez Vázquez
FAIER Digital Agency.
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